A todos nos gusta lucir una bonita sonrisa compuesta de dientes blancos, bien alineados y bien formados. Tenerla no es sólo algo exclusivo de famosos, sino que está al alcance de todos gracias a las carillas dentales.
Según Wikipedia las carillas dentales son “procedimientos odontológicos restaurativos encaminados al enmascaramiento de la superficie visible (o frente) del diente, con el fin de corregir problemas estéticos o patológicos de los dientes ocasionados por caries dental, restauraciones previas, fracturas, cambios de color o alteraciones de la forma dental. Son finas láminas, generalmente de porcelana, que se colocan en la parte externa de los dientes con una finalidad principalmente estética”.
En resumen, consiste en colocar una lámina de porcelana u otro compuesto del color del diente sobre las caras visibles los dientes para corregir distintos problemas estéticos. Al colocarse sobre la cara visible, lo que los demás verán cuando sonrías serán tus carillas, no tus dientes originales, pero no notarán ninguna diferencia. Es decir, los demás no apreciarán que llevas carillas.
Tipos de carillas
Principalmente existen dos tipos de carillas en función del material con el que están hechas: porcelana y composite.
Las carillas de porcelana están hechas de porcelana. Son fabricadas en un laboratorio para colocarlas posteriormente sobre cada diente. Proporcionan un color y apariencia natural, son muy resistentes, su color no cambia con el paso del tiempo y duran entre 10 y 15 años. Por el contrario, requieren de una preparación previa de los dientes, llevan más tiempo colocarlas, no se pueden reparar en caso de rotura, pueden afectar a la sensibilidad dental y son más caras que las de composite.
Las carillas de composite están hechas de resina compuesta, un material muy parecido al que se utiliza para los empastes. Se fabrican directamente aplicando el material sobre el diente y dándole forma. No necesitan mucha preparación de los dientes, se colocan rápidamente, se pueden reparar fácilmente en caso de rotura y son más económicas que las de porcelana. Por el contrario, duran menos que las de porcelana (entre 5 y 10 años), se rompen más fácilmente y pueden cambiar de color con el paso del tiempo.
Como verás, cada una tiene sus pros y sus contras. Los profesionales, como la Clínica Dental Dr. Prieto en el Barrio de Salamanca en Madrid, te recomendarán el tipo de carilla más adecuado para ti en función de tus circunstancias y los resultados que esperas.
¿Para qué sirven las carillas dentales?
Las carillas dentales tienen muchas utilidades, pero las más comunes son:
- Cubrir roturas de los dientes:si a una persona le falta un trozo de diente, por rotura o desgaste, se le puede poner una carilla dental para cubrirlo y así su diente se verá como nuevo.
- Cubrir espacios interdentales: cuando dos dientes están muy separados entre sí, podemos colocar carillas para cubrir ese espacio.
- Corregir formas de los dientes:también podemos usarlas para dientes demasiados cortos, con salientes extraños por un lado o desalineados y así conseguir que los dientes tengan la forma que deseamos.
- Agrandar los dientes:hay personas que cuentan con algunos dientes pequeños en comparación con los demás o con una dentadura compuesta, en general, con piezas pequeñas que al sonreír hace que se vea más encía que diente. Gracias a la colocación de carillas dentales podemos corregir este problema.
- Blanquear los dientes:a veces los tratamientos de blanqueamiento dental no son los adecuados o no tienen los resultados esperados. En esos casos, una opción sería poner carillas.
También se podrían usar, pero sólo en casos muy leves, para dientes torcidos, apiñados o montados.
Riesgos y cuidados
Como indican en Saluspot “casi no presenta inconvenientes, salvo los propios de la técnica de preparación y colocación, los cuales conciernen al Odontólogo. Si la carilla se adapta mal, sencillamente se vuelve a hacer otra nueva. Una vez colocadas, el paciente se olvida de que las lleva y puede comer y hablar con normalidad, tratando de evitar siempre el morder cosas excesivamente duras con los dientes tratados” Leer más
Respecto a la limpieza, las carillas se deben limpiar como el resto de los dientes. Una buena higiene dental es fundamental para que nuestras carillas dentales duren. El uso del hilo dental y el cepillado por lo menos dos veces por día debe formar parte de nuestra rutina diaria.